Voy en un avión, con mi vida complicada y difícil. Que cambio de la noche a la mañana.
Voy en el avión. Tu desde abajo sólo ves una estela blanca, un puntito. Te da igual, un avión es un avión. Has visto miles, millones.
Pero en cada avión que surca el cielo azul o negro, hay mil historias, millones de historias. Desde las más felices que puedas imaginar, hasta las más insoportablemente dolorosas.
Y lo mismo ocurre en ese metro atestado. Dentro, en movimiento, hay tantas historias como fuera, esperando. Puedes estar en un lado o en el otro, siempre con tu historia, tan importante y vital para ti, como invisible para el resto.
A veces cuando vuelo escribo cosas. No recuerdo cuando escribí lo que acabas de leer. Pero lo acabo de encontrar y me apetecía compartirlo.