Es muy curioso estudiar estos temas desde la perspectiva de historiadores españoles residiendo en los Países Bajos donde la óptica que se da a estos asuntos es un «poquito» diferente. De hecho, si tengo tiempo, subiré unas fotos que hice a unos panfletos propagandísticos que Guillermo de Orange hizo publicar con el fin de denigrar la imagen del Duque de Alba. Además, vienen muy al caso con el post de hoy, que por cierto, pertenece al mismo trabajo que la entrada anterior y también se encontraba en la sección de preguntas breves.
El acta de abjuración de 1581
Tras abandonar los Países Bajos, en 1559 Felipe II designará como gobernadora a Margarita de Parma, asesorada por un Consejo de Estado con el Cardenal de Granvela como presidente. En contra de éste último se alzarán algunos nobles católicos como Guillermo de Nassau-Orange o el conde de Egmont o de Horn.
Aunque Felipe II cede y destituye al Cardenal de Granvela (1564), se ordena un mayor rigor inquisitorial, implantar los decretos del Concilio de Trento y los placars o edictos contra la herejía, lo que empeora aún más la situación. Varios nobles (católicos y calvinistas) se unen en el «Compromiso de Breda» para solicitar al rey el cese de las actividades de la Inquisición y una moderación de su política religiosa. Con este fin se reúnen con Margarita de Parma, pasando a ser conocidos como los gueux o mendigos.
Además de lo anterior, el país atraviesa una crisis económica que hace que el pueblo se revele y los predicadores calvinistas, llegados desde Ginebra y Estrasburgo, aprovecharan el momento.
Felipe II envía al duque de Alba para acabar con la revuelta. Guillermo de Orange huye a Alemania mientras que el resto de consejeros católicos son arrestados y posteriormente ejecutados por el recién creado Tribunal de los Tumultos (contra la herejía y la oposición política). El duque será nombrado gobernador general quedando relegada Margarita de Parma.
El príncipe de Orange vuelve para enfrentarse a los españoles dando comienzo la Guerra de los Ochenta Años (1568-1648). En 1572 los gueux toman Brielle y Flesinga lo que anima a la mayor parte de Holanda y Zelanda a unirse a los sublevados.
En 1573 el duque de Alba es destituido y sustituido por Luis de Requesens. El Tribunal de los Tumultos es abolido y se suprimen los últimos impuestos. Aun así, estas medidas son insuficientes y no se logra la paz con el príncipe de Orange, ya líder de los rebeldes. En 1576 muere Requesens y las tropas de Felipe II saquean Amberes, suceso que aprovecha el príncipe de Orange para firmar la Pacificación de Gante entre calvinistas del norte y católicos del sur.
El nuevo gobernador, Juan de Austria, acepta la Pacificación de Gante, retirando los tercios y respetando las libertades de los Países Bajos para poco después desdecirse tomando Namur. Los tercios regresaran al mando de Alejandro de Farnesio que sucederá a Juan de Austria como gobernador a la muerte de este.
Farnesio se ganará a los católicos del sur que constituirán la Unión de Arras en 1579 y reconocerán a Felipe II. Los calvinistas responderán con la Unión de Utrecht en 1580.
Con el acta de abjuración de 1581, Guillermo de Orange declara depuesto a Felipe II y los Estados Generales proclaman al duque de Anjou soberano hereditario. Felipe II hará oídos sordos y tras el asesinato de Guillermo de Orange, Alejandro Farnesio iniciará la contraofensiva recuperando gran parte del territorio, aunque solo brevemente, pues parte de ellos se volverán a perder tras la campaña de Mauricio de Orange (hijo de Guillermo) apoyado por Isabel I de Inglaterra.
Imagen destacada: Het afzweren van Filips II door de Staten, 1581, Anonymous, 1700 – 1799 (Rijksmuseum)