El artista conceptual Chris Burden se dio cuenta de la posibilidad que existía de «morir por tu arte» cuando en 1971 permitió que le dispararan a corta distancia con un rifle de calibre 22 durante su performance Shoot. En el video de la performance, de 8 segundos, Burden posa inmóvil mientras un amigo, situado a unos 5 metros de distancia, ajusta su rifle antes de dispararle en el hombro izquierdo. Burden fue pionero en la idea de que el riesgo físico, incluyendo experiencias cercanas a la muerte, podía ser una forma de expresión artística. Exploró este enfoque con actuaciones similares, también extremas como Transfixed (1974), en el que se crucificó a sí mismo en un Volkswagen Beetle, o la actuación Five Day Locker Piece (1971), que consistía en sobrevivir dentro de un casillero de escuela durante cinco días.